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Este é o texto de Sergio:
«Decidí hacer las maletas y me establecí en Finlandia, más por desarraigo
que por valentía. La gente decía que era la peor época de suicidios que
se recordaba. Allí me desplazaba con grandes zancadas, de tal manera
que mi vida se acabo partiendo en dos: el origen y el destino. Por la
mañana, muy temprano, empezaba a trabajar. Me desplazaba desde mi casa,
en las afueras, a mi lugar de trabajo, un poco más allá, como una figura
traslúcida, incompleta, con carencias dispares e imprevisibles según el
día, de tal modo que en ocasiones llegaba a la oficina sin un brazo, la
nariz o la cabeza. Una vez terminada mi jornada iba agarrándome a las
farolas hasta mi casa donde, tras una frugal comida, mi sombra llenaba
mi pequeño hogar. Leía, hundido en el sofá, alguno de los libros a los
que yo, agradecido, permitía estrechar las paredes. Haciendo memoria,
eran siempre mis casas nada más que humildes cobijos para los libros. Y
así, leyendo, permanecía muchas más horas de las debidas. Una de esas
frecuentes noches de insomnio reparé en una luz que, en la distancia,
semejaba el primer indicio de que mi ventana, ese eterno cuadro negro,
comenzaba a perder su color. La noche que descubrí que se trataba de una
luz prendida en alguna casa lejana, no pude dormir. Entonces mi vida
dio un giro. En los fines de semana organicé numerosas excursiones
alrededor de la zona en la que, según mis cálculos, ubicaba la casa de
la chica que tampoco podía dormir. Jamás encontré nada, pero comencé a
adelgazar y a perder dientes. Durante el día era cualquier intento de
conversación, por trivial que pareciese, una empinada cuesta, un
pedregoso camino, que llevaba a ninguna parte. De noche, concentrarme en
mis novelas se me antojaba tan difícil como vivir ajeno a las
estaciones del año. Entonces comencé a leer el diario, del día y de días
anteriores, a la luz de aquella casa inaccesible, de los farolillos de
fiesta que provenían de alguna parte. La gente seguía muriendo, decía la
prensa. Y pocos meses después ya era el único habitante de Finlandia.»
Feliz semana!
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